LAS BALEARES, DESCUBRIENDO IBIZA
La continuación de las aventuras de Laurent, Bérangère y sus dos hijos a bordo de su velero Zanzibar. Aquí están ahora en las Islas Baleares, en Ibiza...
IBIZA y su escondido encanto
Emocionados y ansiosos a la vez, nos acercamos a las costas de IBIZA. Esta isla no tiene necesariamente la mejor reputación, famosa por sus noches con alcohol al ritmo endiablado de la música electrónica. Sin embargo, al parecer, también se encuentran maravillosas Calas (pequeñas bahías locales) bastante preservadas del turismo de masas.
Anclamos en la segunda cala, la Cala Benirras. Está orientada hacia el este / oeste y no es muy grande, protegida por paredes de roca que dominan los olivares. Sucumbimos al encanto de esta isla, sorprendente...
El entorno ha permanecido salvaje sin ni un hotel o restaurante, con una playa de arena fina y algunas cabañas construidas de piedras y madera sobre la misma arena. A lo largo de las paredes rocosas se encuentran unos hangares hechos por completo de la madera, con una rampa de acceso para salir y abrigar algunos barcos de pescadores. La mar es transparente, el agua está a 28 ° C, disfrutamos del placer de la natación.
Los niños están en el cielo. Para ellos, todo es un pretexto para los juegos en el agua. Es la mejor manera de refrescarse de estos fuertes calores. Ahora vivimos exclusivamente en traje de baño.
Al hilo de los encuentros
Nos encontramos con un francés en una embarcación vecina, familiarizado con el lugar durante más de 50 años. Nos cuenta las singularidades de esta isla, de la que parece haberse enamorado desde hace mucho tiempo. Nos hace saber que ha sido un Obispo quien ha creado ciudades cada 6 km (distancia que un campesino puede recorrer fácilmente), para unificar la isla y permitir un mejor intercambio entre sus habitantes.
Al final de la tarde, escuchamos una música de djembes proveniente de la playa. Nos enteramos de que cada noche un grupo de hippies, que vive en las cercanías, viene a celebrar a la playa la puesta de sol al sonido de los tam-tams.
Observamos este inusual espectáculo. En un lado de la playa, sentados en los escalones de una cabaña, 5 de ellos, con los torsos desnudos, tocan el djembe. Pronto se unen a ellos otros miembros formando un gran conjunto rítmico. Los recién llegados bailan febrilmente, atrapados en el trance de estos embriagantes ritmos.
Todos nos quedamos sin aliento por la música que se acelera al ritmo del sol continuando su loca carrera hacia el mar.
Continuamos descubriendo esta hermosa costa norte, parando más tarde en la cala de Portinatx, más urbanizada. En una pequeña playa privada, Blanche juega con una niña francesa de su edad, que vino de vacaciones con su familia. Muy rápidamente nos hacemos amigos de sus padres.
Viviremos juntos, durante tres días, maravillosos momentos, al ritmo de los juegos, con baños en la playa, aperitivos en la embarcación o sobre la arena, con los niños jugando entre ellos en la playa hasta el atardecer...
Cuántos buenos momentos pasados juntos…
¡Les dejamos prometiéndoles pasar a verlos por su casa a nuestro regreso!
Hasta pronto.
Bérangère
