Hace ahora cinco años que tengo una Sun Odyssey 409 de 2012. Es difícil explicar cuánto han cambiado nuestras vidas desde que compramos este velero. Un verdadero lugar de escape de la vida cotidiana, cada vez es un placer subir a bordo de nuestra Sun Odyssey 409, y esto es evidente por nuestras grandes sonrisas. Incluso nuestro Golden Retriever, Hudson, disfruta del tiempo que pasa en la embarcación. La vida en nuestro velero es una de las mejores cosas que he conseguido desde que me jubilé. Los amaneceres y atardeceres que hemos visto cortan el aliento. Mientras anclados en la bahía de Chesapeake (Estados Unidos), fuimos testigos de la tranquilidad de la naturaleza. Los amigos que hemos hecho y las oportunidades de reuniones que se presentaron no hubieran sido posibles sin nuestra Sun Odyssey 409. No la cambiaríamos por nada del mundo. Esperamos volver a ver nuestro velero Jeanneau cuando sea posible hacerlo de forma segura. Les deseo a todos, vientos y mares favorables.
Mike, Paula et Hudson Mittel.