Rumbo a Canarias
Laurent, Bérangère y sus dos hijos a bordo de su embarcación a vela Zanzibar, una SunShine36 ponen rumbo a Canarias
Una travesía en calma y sin obstáculos
Zarpando de Marruecos, estamos listos para navegar hacia nuevos horizontes: la Isla de La Graciosa situada en las Canarias.
Solo Gabin estuvo enfermo el primer día. Luego, él y su hermana pasaron la mayor parte de la travesía en el interior de la embarcación jugando, apenas molestados por el gran oleaje del Atlántico.
Dibujan, leen libros y juegan al Duplos. Incluso hacen cabañas debajo de la mesa de cartas de navegación donde encontramos a Blanche dormida, acurrucada adentro, sobre el suelo de madera.
Se cuidan a sí mismos, sin que tengamos necesidad que intervenir.
Los días se suceden y son similares, al ritmo de las noches, las siestas y las comidas.
Laurent se coge las noches y yo lo libero temprano por la mañana cuando sale el sol.
Llegamos a Canarias caída la noche tras 77h de navegación. Una gran capa de nubes oculta las islas. Jugamos a tratar de distinguir los contornos de las islas que aparecen gradualmente.
Nuestra travesía se acaba. Acabamos de recorrer 483 millas.
La Graciosa
Anclamos por la noche frente a la playa Francesca en la Isla La Graciosa, al pie de un volcán. Una bonita pequeña playa de arena sobre la que sobresale un volcán.
A pesar de nuestra falta de autorización para atracar, decidimos probar suerte en el puerto de La Graciosa. Laurent negocia con el capitán del puerto para que nos deje entrar. Éste nos da el peor lugar en el puerto, mientras que muchos otros lugares están disponibles... Aquí también estamos sacudidos por el viento y el oleaje que pasa sobre el pontón.
Al menos podemos bajar a tierra y los niños, encantados, corren en todas direcciones.
Caminamos por las pocas calles de este extraño pueblo con pequeñas casas blancas sin pisos de altura y techos planos. A modo de jardín, de arena y para los afortunados, una palmera o un cactus.
Las calles son simples pistas de arena. Para desplazarse los lugareños conducen unos viejos pick up dignos de las series americanas.
Terminamos nuestra caminata en una playa. Los niños juegan en la arena.
Nuestra mejor estancia en las Islas Canarias puede comenzar...
Bérangère